Al día siguiente de la Cueva del Tobazo, y tras pernoctar en el refugio de Tubilla del Agua, los 8 que quedábamos nos encaminamos al precioso pueblo de Orbaneja del Castillo, donde se encuentra la Cueva del Níspero.Aparcamos el coche en el cementerio del pueblo, que se encuentra justo antes de entrar al pueblo, a mano derecha. Pegado al cementerio comienza una pequeña senda que nos lleva sin pérdida posible a la misma boca de la Cueva. Son unos 5 minutos de empinada cuesta.
La gran boca de acceso da paso a un laminador. Tras unos metros a cuatro patas, las galerías vuelven a ganar altura, dando paso un poco después a unos divertidos y atléticos meandros, en los que sudamos la gota gorda. Un poco más adelante llegamos a la zona inundada. Esperábamos encontrar un pasamanos de acero para cruzar los lagos, pero desgraciadamente, el cable estaba cortado. Algunos intrépidos hicieron malabares para cruzar los lagos sin mojarse y hacer un breve reconocimiento de lo que había más adelante.
Tras recoger algo de basura que encontramos en el interior, volvimos a los coches con ganas de preparar una nueva visita a la cavidad, esta vez con barcas.