Aprovechando la salida de descubrimiento, al día siguiente Elena, May, Cali y yo mismo, nos fuimos al Bancal de la Nevera. La sima se localiza en un precioso bosque al que se accede por una pista complicada para turismos (3,4Km desde el refugio de “la Alconera”).
Desde el coche a la boca hay apenas 5 minutos andando. Nos cambiamos en la misma boca bajo un sol de justicia.
El acceso a la sima es através de un bonito P69, lleno de mosquitos (¡¡¡puajjj!!). Se alcanza una repisa con pasamanos a -50m en la que caía bastante lluvia. Desde la repisa, queda un último tramo de 19 metros. Una vez se toca suelo, se continúa bajando, ya sin cuerda, por una empinada rampa hasta la cota mínima (-98m). Una vez abajo del todo, viene lo más divertido: una sencilla trepada de 20m hasta un nivel superior en el que hay un meandro con agua cristalina.