Este año, la campaña en Picos de Europa ha estado dividida en varias fases. En primer lugar, el G.E.Flash ha contribuido (con récord de asistencia para una actividad en Picos últimamente), a la preservación de lo que puede ser un hallazgo de gran relevancia. Descubierto en una campaña anterior, durante el pasado fin de semana del 23-24 de julio, miembros de nuestro club extrajimos de las entrañas de la Sima de la Topinoria (-236 m), los restos de un lince boreal (Lynx lynx), extinto en la Península.. Una vez en el exterior, fueron entregados a la Dra Aurora Grandal-d’Anglade, del Instituto Universitario de Xeoloxía Universidade da Coruña para su tratamiento, datación, estudio métrico y posterior depósito en el Museo de Arqueología y Prehistoria de Cantabria. Junto con los restos del lince también se extrajeron los huesos de algún mustélido y otros pequeños mamíferos.
La extracción fue rápida y exitosa gracias a la planificación y la entrega de los participantes. Además de la Paleontóloga que dirigía la actividad, estábamos acompañados por Borja Palacios, Técnico de Área de Conservación del Parque Nacional de Picos de Europa, así como de Luis Alejandro Rabanal “Billy” y Jorge García, también del Parque y que el Flash convirtió en porteadores de material por esa cuesta por la que ya nos saludan las piedras, la Cuesta de la Topinoria. Y por supuesto arropados por flasheros y simpatizantes de nuestro club que asistieron a la extracción o aprovecharon para realizar alguna ruta por la zona, como los Ruz, Cali, Chus, Pilón y Abel, Xurxo y Fernando. De devolver a nuestro querido lince Ramón (o Ramona, aún no se sabe) al exterior, nos ocupamos Jose (Hevia), Edú, Juanillo, Jorge (Gorje) y el que subscribe, además de Belén (Velén) como apoyo exterior.
Podemos adelantar que seguramente será el esqueleto más completo y mejor conservado de la Península y que muy probablemente el animal murió de una afección pulmonar.
La Topinoria no deja de sorprendernos, después de guardar celosamente, durante años, los restos de Eloy Campillo y una niña desconocida que ya fueron extraídos con anterioridad, ahora nos sorprende con este hallazgo. Y desde el punto de vista estrictamente espeleológico también, pues de hecho, la sima se quedó instalada para dos semanas después arañarle unos cuantos metros más de desarrollo y profundidad gracias a una ventana que ya se creía explorada.
Como digo, dos semanas después comenzó la campaña de Bejes propiamente dicha. Ésta ha estado marcada por la escasez tanto de agua en el Macizo como por la de participantes disponibles para explorar, no tanto por la asistencia entre los que iban y venían.
Aún así, ha habido bastante prospección exterior, exploración (con posibles continuaciones) y topografía en la Topinoria y en las nuevas SN20 y SN21. Ha hecho buen tiempo y lo hemos pasado tan bien como siempre, consiguiendo modestos en metros, pero importantes objetivos. En los días anteriores y posteriores, este año se ha completado con descenso de cañones, vías ferrata y senderismo. Además de la participación en las fiestas de Bejes tanto en las celebraciones como en la instalación de la Maya.
Como contrapartida, este año nos despedimos y vaciamos de material la antigua fragua que nos ha servido de almacén, refugio, cocina y no olvidemos, fuente de pulgas durante muchos años. Así que esta vez el cuartel general ha sido el Albergue La Aldea que por cierto, acogió al lince Ramón por una noche.
No me queda más que felicitar y dar las gracias a todos los participantes, tanto a l@s flasher@s y acólitos, compañeros de Tracalet, Aurora, Borja y los miembros del Parque y sin olvidar a Miguel y Bego del albergue, por su ayuda y buena compañía.
Fotos y texto: Juan A.Martín (Cuadro).
Presidente del G. E. Flash.