¡16 espeleólogos 16!.
Y parece imposible que algo que empezó mal acabase en el mayor jolgorio desde hace mucho (el vino, los botellines…) en la iglesia porticada de Matienzo.
Una vez en el aparcamiento de Coventosa, no dábamos crédito a lo que veíamos: Por lo menos 20 coches aparcados, y una muchedumbre de gente: ¿una manifestación?¿un mercadillo? ¿un concierto de rock?: ¡NO!: ¡¡Una espeleo-excursión infantil y un simulacro de rescate con 40 participantes!! Y aunque parece increíble, vimos algo de Coventosa.
Después de la salida comenzó la fiesta y el diluvio (empezó a poco de salir de la cueva).
Tanta agua nos dejó espectaculares imágenes de ríos desbordados y cascadas rugientes, difíciles de olvidar; tanto como el riquísimo cocido que nos zampamos.