Han sido muchos los comentarios realizados y lo escrito sobre nuestro aquel querido local de la avenida de los poblados. Pero ahora creo que es justo escribir este pequeño comentario como homenaje al local que acabamos de dejar.
Caminando por el barrio de Campamento paso junto al solar de la avenida de los poblados donde se encontraba el antiguo local del Flash y el bar de Serafín. Junto al almacén de materiales de construcción esto es lo que queda: un solar. Entre el cemento, la arena y la vegetación que ha crecido se me ocurre pensar si andarán por allí aquellos carros de diapositivas y otros cacharros que decidimos abandonar en nuestro último viaje de mudanza…Todos añoramos aquel entrañable espacio que ocupa un lugar único en los recuerdos del Flash.
Tras no mucho más caminar llego al local de la calle Mirueña. Después de ocho años entre sus paredes ha llegado el momento de un nuevo cambio. El recuerdo imborrable del local de los locales no dejaba que este cuartucho nos resultara familiar. Pero no cabe duda que este humilde local también ha calado hondo en el corazón de los flasheros ¿O acaso no recordáis cuando levantamos aquel tabique bajo la supervisión del maestro de obra Deivid O’Haramill, o las ingeniosas reformas que Juan Padre y Petina hicieron después? O aquella frase utilizada siempre como respuesta ante cualquier propósito de realizar alguna pequeña obra o ñapa: ¡Total, si no vamos a vivir aquí!Y qué bien se aparcaba y qué bien apañado lo teníamos; aunque pequeño y discreto, cuando abríamos la puerta en veranito era el local más grande de la zona, con su jardín y sus bancos… ¡De lujo!
Con tristeza, pero con paso firme, decimos adiós al local… En los tiempos recientes, y a falta de subvenciones de las que disfrutábamos años atrás, hemos decidido emplear el poco dinero del que disponemos en asuntos más prácticos y que permitan a nuestro grupo seguir funcionando como siempre. Por ello nos hemos visto obligados a abandonar nuestro local de Mirueña y lanzarnos a la búsqueda de “locales económicos o gratuitos”. Es el precio que tenemos que pagar por practicar un “¿deporte?” como es la espeleología, excéntrico, minoritario, marginal… No sé cómo calificar a nuestra querida espeleo, pero lo que sí parece es que se aparta un tanto de cualquier llamado deporte, e incluso de los “deportes de aventura” al uso, tan de moda en estos días…
Entre las opciones que hemos encontrado en este camino de búsquedas (ayuntamientos de localidades cercanas, locales de otros grupos compañeros para compartir) el destino ha querido que no abandonemos el barrio, donde siempre hemos estado (siempre = ¡32 años!). Así, las paredes que ahora serán testigo de nuestros encuentros, de nuestras ilusiones y nuestros planes de aventuras, se quedan en el barrio de Aluche. Donde a los que aún siguen en el Flash les saludan cada día en una calle cualquiera… o, incluso, en el propio local, compañeros de otras asociaciones que también comparten sus ilusiones en este espacio, como nosotros.
Aquí os esperamos, en el local de la Asociación de Vecinos de Aluche, los martes, como siempre, a los que queráis hacernos una visita.
Jose “Hevia”
Qué buen artículo de Hevia… Ese es el pasado inmediato del Grupo, en cuanto a locales se refiere, pero lo/as que llevan aún más tiempo que nosotros podrían hablarnos de las épocas en las que se reunían en bares, o incluso en la casa de alguno.
Sea como fuere, lo cierto es que se inicia otra etapa del Flash, en un nuevo local pero sin movernos del barrio. Espero que sigamos con las mismas ganas de hacer cosas y de seguir quedando los martes.
Larga vida a la espeleo.
El Dr.
Pues si. Emotivo y acertado articulo del Presi.
A ver si me paso un día a conocer el nuevo local.
Y a todos los que habeis pparticipado en su busqueda, en la del trastero, y en su reforma… ¡gracias!
El Cali.