El domingo que Javi pirata madrugó para volver a Madrid, el resto del grupo fuimos a la Torquilla de Urrez. Se accede por un agujero que no llega a un metro de diámetro a un pequeño pozo -19 m- que en volado lleva a una sala, desde aquí hacia el este hay bajar una rampa embarrada que se encuentra instalada –bueno a modo de “quitamiedos” ya que no es muy necesario en este caso-. Desde la zona más estrecha de la sala se busca el paso de acceso a la gran sala del Murciélago, aunque previamente visitamos “la sala bonita” pequeña sala plagada de formaciones que se encuentra al este mientras que el resto de la cavidad se desarrolla hacia el noroeste.
Entramos por un estrecho meandro que nos lleva a un resalte de unos 4 metros en el que instalamos una cuerda aunque hay una escala fija que desciende a una pequeña sala. Tras una pequeña pérdida por una galería ciega encontramos el paso para la gran sala del Murciélago de impresionantes dimensiones, con caos de bloques, enormes rampas y más resbalones por el barro.
En esta sala hay dos accesos para las salas de la Cruz y la sala Final uno por el caos de bloques y otro por una pequeña escalada que da acceso a un pozo de -18 m-, formaciones de pequeños cristales y corales se encuentran en las paredes de acceso al pozo que es el paso por el que nos decidimos finalmente. Aquí el grupo se separa, unos vuelven a la salida y otros descienden el pozo, nuevamente rampas con barro, un pequeño curso activo sobre arenas y más caos de bloques llevan al final de la Torquilla de Urrez.
Para celebrarlo nos tomamos las merecidas cervezas con “tortilla de Urrez” en la cantina las hacen con “sombrero” añadiendo ingredientes sobre la tortilla española. Hay que felicitarse por una actividad sin incidentes –aunque Richy celebró su bibautizo-, por la “falta de carisma” de Edu que organiza salidas a cavidades tan interesantes y por el tiempo magnífico del que hemos disfrutado –empezó a llover a la vuelta-.
Marta.